Las preocupaciones son cada vez mayores en el caso Evergrande, al punto de provocar ventas de hasta 428.000 millones de dólares del mercado de deuda asiático, lo que es un bosquejo de cómo la crisis de la compañía inmobiliaria china se extiende a otros activos a medida que los inversores se preparan para la fecha límite del pago.
Los bonos que emitió Evergrande, en donde se debía el pago de intereses, cotizaban alrededor de $0,28 por dólar, una señal de angustia sustancial, ya que los operadores mostraban preocupación por las potenciales consecuencias en el caso de que la empresa fallase en los pagos.
Los rendimientos de los bonos en dólares estadounidenses emitidos por prestatarios asiáticos más riesgosos aumentaron a casi un 12% esta semana, el nivel más alto desde las primeras etapas de la pandemia del Covid-19, según un índice de Ice Data Services. Los rendimientos se situaron en el 7 por ciento a principios de año.
En caso de que no se paguen los intereses en la fecha límite de los bonos en el extranjero, podría desencadenar la reestructuración de deuda más grande de la historia de China. También marcaría la conmoción más severa hasta la fecha en un mercado al que los administradores de activos internacionales habían sido atraídos por rendimientos lucrativos.
La gigante constructora china falló en una de las reglas más elementales de las finanzas: jamás tener más deuda de lo que puedes manejar. El motivo por el que Evergrande cayó en el hoyo con la suspensión de pago por haberse endeudado tanto que sus ingresos no dan abasto para devolver el dinero y los intereses a los acreedores.
Carlos Balado, director general de la consultora Eurocofin, explicó que: “La razón principal es que la economía china está en una fase de crecimiento continuado debido al alza del consumo que las autoridades han ido propiciando. Muchas constructoras han puesto en marcha un proceso de crecimiento acelerado. Pero no crecen con una base de capital propio, sino con endeudamiento”.
Balado explicó que cuando el endeudamiento no es manejado de la manera correcta y no se le pone fin, llega el punto en el que la compañía no podrá pagar la deuda. Algunas empresas recurren a más préstamos y bonos para pagar deudas, lo que solo genera más deudas si no hay ingresos considerables.
La compañía china tiene dos posibles vías para no entrar en bancarrota, que los acreedores renuncien a parte de la deuda y le aumenten los plazos de pago a la constructora; o que sea el Estado chino el que aporte el dinero para salvar más de 200.000 empleados y 3,8 millones de trabajos.
El suceso “Evergrande” afecta a los inversionistas que mantienen posiciones en estos bonos o ique han invertido en un índice bursátil de estrecha relación, como es el caso de IBEX 35, el cual ha tenido variaciones las últimas sesiones. Es ideal manterse atentos a los nuevos anuncios del caso.
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