Toyota es el último grande de la industria automotriz que se ha unido a la iniciativa de reciclaje de baterías de vehículos eléctricos (EV, por sus siglas en inglés). Esto lo aseguró la estadounidense Redwood Materials Inc, la startup que está detrás de esta movida para disminuir el impacto ambiental.
Redwood Materials posee socios importantes como Ford Motor Co y el fabricante de baterías para vehículos, Panasonic Holdings Corp. La iniciativa de reciclar baterías no solo ayudará al medio ambiente, sino que disminuirá la dependencia sobre los materiales importados. Esta empresa se ha centrado desde hace cinco años en un campus de 175 acres al norte de Nevada. Aunque planea construir un complejo aún más grande en el sureste de Estados Unidos. Estos planes fueron revelados por su fundador y director ejecutivo, JB Straubel.
La nueva instalación podría abastecer la planta de baterías planificada de Toyota de $1.3 mil millones en Carolina del Norte, así como las plantas de baterías planificadas de Ford en Tennessee y Kentucky.
Redwood Materials está aumentando la producción de componentes de ánodo y cátodo en EE. UU. a 100 gigavatios-hora para 2025, suficiente para suministrar baterías para 1 millón de vehículos eléctricos al año. Con su segunda instalación, el objetivo de producción será de 500 gWh para 2030, suficiente para suministrar 5 millones de vehículos eléctricos al año o más, dijo Straubel, cofundador de Tesla Inc.
El presidente ejecutivo de Tesla, Elon Musk, dijo que el fabricante de vehículos eléctricos espera construir hasta 20 millones de vehículos eléctricos al año para 2030, mientras que la producción global total de vehículos eléctricos, incluido Tesla, podría alcanzar los 40 millones, dijeron los pronosticadores de la industria.
Straubel comentó que Redwood Materials está teniendo «varias conversaciones» con Tesla, pero aún no tiene acuerdos que anunciar. Los socios de Tesla también incluyen a Panasonic.
Toyota ha estado construyendo vehículos eléctricos híbridos bajo el nombre de Prius durante más de dos décadas. Con una vida útil promedio de un automóvil de aproximadamente 12 años, algunos de los primeros modelos de Prius llegarán al final de su vida útil.
Una vez fuera de servicio, sus baterías de hidruro metálico de níquel pueden reciclarse y materiales como el níquel y el cobre pueden reintroducirse en la cadena de suministro de baterías, donde pueden complementar las materias primas de las minas.
El trabajo de la startup estadounidense es más que nunca relevante, en una época donde se cuestiona el impacto ambiental que produce el fabricar las baterías eléctricas, que si bien es mucho menor que el daño que produce la gasolina y la extracción de crudo para su producción, sigue siendo dañina.
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